
La Telemedicina
La práctica de la telemedicina no es nueva: desde hace décadas, los médicos han participado en consultas realizadas en el otro extremo del mundo, ayudando a tomar decisiones únicas sobre el tratamiento de un paciente, como también, informando distintos tipos de exámenes a distancia.
COVID-19
Pero fue por el encierro que nos trajo el COVID-19, donde hablar con un médico a través de una videollamada desde un teléfono o un computador, se ha convertido en una importante práctica que ayuda a millones de personas de todo el mundo para que puedan recibir atención médica desde la comodidad de sus hogares.


La OMS
Según la OMS, la telemedicina tiene claros beneficios para los pacientes: la tecnología desempeña un importante papel en la detección, el diagnóstico, la gestión y el tratamiento de enfermedades y la atención a largo plazo de una serie de afecciones crónicas.
El principal obstáculo para el desarrollo de la telemedicina sigue siendo el bajo nivel de conexión a Internet en zonas remotas, especialmente en los países en desarrollo. Además, algunos pacientes tienen una actitud negativa hacia la telemedicina y prefieren el contacto cara a cara con los profesionales sanitarios.
Pero la OMS cree que los beneficios que ofrece la telemedicina como complemento de los métodos tradicionales son indiscutibles. La organización anima a los gobiernos a desarrollar este tipo de servicios junto con otros servicios digitales, a formar al personal médico para que se comunique con los pacientes utilizando medios de comunicación modernos y a educar a la población sobre las nuevas posibilidades.

La telemedicina ha llegado para quedarse y será una pieza clave de los sistemas de salud de todo el mundo. En el futuro la telemedicina no será solo virtual, sino que también será proactiva, personalizada, impulsada por datos y centrada en el paciente.